En un escenario en el que la actividad económica dejó de contraerse y parece iniciar una tibia recuperación en algunos sectores, los problemas emergen en el sector externo y fiscal, donde
las cuentas no cierran y la política económica se vuelve cada vez más dependiente de las emisiones de deuda externa y de sostener altas tasas de interés para restarle presión a un dólar recalentado en los últimos días.